La jardinería como terapia tiene un comprobado campo de utilidad. Desde la antigüedad se conocen los efectos saludables de la práctica de la jardinería; se tienen referencias de que las primeras asociaciones de jardinería terapéutica provienen del antiguo Egipto, donde los médicos recetaban a sus pacientes los paseos por jardines como parte de su tratamiento contra enfermedades mentales y alteraciones emocionales.
En la edad media, los enfermos internados en hospitales mentales se veían obligados a trabajar en los jardines para pagar sus estancias en esas instituciones, logrando mayores índices de recuperación en estos pacientes. Ya para el siglo XVIII se tienen las primeras referencias históricas del uso de la jardinería como actividad terapéutica.
El Doctor Benjamín Rush, considerado como el padre de la psiquiatría en los Estados Unidos, expresó que “excavar la tierra con las manos, tiene un efecto curativo en los enfermos mentales”.
De acuerdo con la Asociación Americana de Terapia Hortícola, las plantas se utilizan en las terapias de los enfermos mentales, porque “se desarrollan y cambian, contestan a los cuidados y no opinan; incentivan la participación y los sentidos y ofrecen esperanzas”.
En Barcelona, desde 1986, el ayuntamiento ha puesto en marcha el programa de huertos urbanos para destinar su cuidado a los enfermos neurológicos, los pacientes con alguna discapacidad y los adultos mayores de 65 años, lo que supone la utilización de la jardinería como terapia
De acuerdo con la Asociación Americana de Terapia Hortícola, las plantas se utilizan en las terapias de los enfermos mentales, porque “se desarrollan y cambian, contestan a los cuidados y no opinan; incentivan la participación y los sentidos y ofrecen esperanzas”.
Beneficios de la jardinería terapéutica
El Doctor británico James Cavanagh, quien es uno de los mayores defensores de las llamadas “recetas verdes”, prefiere recomendar el uso de actividades terapéuticas en el cuidado y cultivo de las plantas que el recetario tradicional de fármacos. Este doctor londinense Cavanagh refiere que la jardinería terapéutica previene la demencia y ayuda considerablemente a reducir los niveles de estrés, además que tienen un efecto inmediato en lo que a disminuir la depresión se refiere e inclusive ayuda a controlar la presión arterial y el exceso de peso corporal. Dentro de los beneficios específicos de la jardinería como terapia, podemos encontrar:Físicos, relacionados al incremento en el alcance de movimientos y la recuperación de habilidades motoras. Ayuda a tonificar la musculatura, a mejorar el equilibrio, incide en la recuperación de la masa muscular y el empleo de la fuerza, además de intervenir directamente en la coordinación mental-muscular por su exigencia de motricidad fina.
Mental, aumenta la auto-estima, promueve la independencia de la persona, pone a prueba las habilidades de observación, impulsa la creatividad y reduce considerablemente el estrés, las molestias o enfados innecesarios, a la vez que proporciona una vía de escape a las emociones fuertes y tiene una incidencia directa en la paz interior.
Social, da la oportunidad de mejorar la cooperación con los demás, de interactuar con otros y con su entorno y promueve la habilidad del trabajo en equipo.
La jardinería terapéutica y sus efectos sobre la salud
Son varias las instituciones de atención médica que utilizan la jardinería como tratamiento complementario en programas diseñados para mejorar el estado físico y mental de pacientes de cualquier edad. Estos procedimientos médicos suplementarios están respaldados por diversos estudios que avalan que el trabajo con plantas aporta cuantiosos beneficios para la salud y contribuye fundamentalmente al bienestar y la recuperación física de los pacientes.
Los diferentes estudios señalan a la horticultura y jardinería paisajista como alternativas terapéutica eficaces para incidir en la mejoría de pacientes con enfermedades mentales y que presenten problemas de adaptación psicosociales. Varios investigadores ratifican los efectos curativos y beneficiosos que concretamente sobre los enfermos de esquizofrenia tiene el trabajo con las plantas.
Se han realizado diversos estudios donde se señalan el alcance que tiene la jardinoterapia en la recuperación de pacientes depresivos, confirmado en estudiantes, mujeres maltratadas y ancianos todos con similares resultados positivos.
Finalmente se han realizado una serie de hallazgos sobre los sentidos, llegando a la conclusión que la exposición a ambientes naturales y como consecuencia a las plantas, tiene un efecto directo en la restauración de la capacidad cerebral, optimiza la memoria, promueve la concentración, mejora la capacidad cognitiva y la perceptiva y ayuda eficazmente a la conciliación del sueño y, por ende, al descanso mental y físico.