Claves a tener en cuenta a la hora de diseñar un jardín

El paisajismo es una parte extraordinaria de nuestra profesión. Una rama que aúna pasión, teoría, experiencia y toneladas de creatividad. Y el resultado es un ambiente especial, hermoso y básicamente perfecto.

Cada elemento del conjunto tiene una finalidad y un lugar específico. El clima, las construcciones sin las hay, la flora y todos los seres vivos e inertes tienen una función dentro del todo.

Y es que diseñar un jardín no es algo que pueda hacerse de forma rápida ni a la ligera. Especies, clima y terreno son la materia prima, pero nunca hay dos parajes iguales. Y desde el punto de vista profesional nada se deja al azar.

Es curioso que, cuando un trabajo está termina, todos pueden apreciar su belleza. Sin embargo, nadie sabría decir cuál es el elemento principal, el indispensable o el destacado. Todo el conjunto resulta indivisible.

Eso es lo que hace que el trabajo de un paisajista sea tan especial y único. No obstante, vamos a hablar de los pasos lógicos a la hora de diseñar un jardín con éxito ¿quieres conocerlos?

Muchas veces se usan zonas distribuidas de forma simétrica, para tener la misma visión desde ambos extremos. Así como del centro hacia los lados. Aunque también son atractivos los pequeños descubrimientos.

Vamos a ver cómo diseñan un jardín los expertos en paisajismo

Aquí la clave va a ser el espacio con el que contamos, ya que siempre hay que ceñirse a las dimensiones reales. Pero también al lugar por el que se accede al jardín o el estilo deseado, por el ejemplo un jardín japonés.

Muchas veces se usan zonas distribuidas de forma simétrica, para tener la misma visión desde ambos extremos. Así como del centro hacia los lados. Aunque también son atractivos los pequeños descubrimientos.

Es decir, no dejar todo a la vista y permitan que unas y otras zonas surjan según vamos avanzando ¡algo mágico y precioso! Claro que, antes de escoger los primeros árboles, hay que contemplar otras variables.

Por ejemplo, la orientación, el tipo de vegetación compatible, si los árboles pierden o no sus hojas en invierno o su capacidad de crecimiento. Y todo esto pasa por programar varios dibujos o bocetos del resultado.

Por otro lado, antes de llevarlo a la prácticamente, es importante comprobar su viabilidad. Estudiar la complejidad y características de cada elemento, así como su compatibilidad con el resto.

Por ejemplo, imagina que plantas césped en una zona en la que hay pinos. Las raíces de estos árboles penetran varios metros en el manto para alimentarse y buscar agua. Sin embargo, el césped debe ser regado.

Por eso ambas especies ¿qué crees que les pasaría a las raíces de los pinos si les ofreces abundante agua en la superficie?

Al regar el césped constantemente la raíces de los pinos no tendrían necesidad de penetrar tan profundo. Por lo que los árboles quedarían poco anclados, frágiles y a merced de los elementos.

Ya tenemos claro el estilo, la parte técnica y un boceto previo ¿qué más?

Lo siguiente sería hacer las mediciones y separar las zonas en las que se vaya a trabajar. Podríamos incluir un cenador, un estanque, alguna parte con gravilla o vegetación. Pero todo debe ajustarse a unas medidas.

Dichas medidas nos darán cubitajes para poder planificar la cantidad de cada material que tendremos que emplear; ya se trate de grabilla, tierra, arena o agua.

Una vez todo previsto y distribuido añadiremos los árboles. Siempre se colocan al principio para darles tiempo a enraizar. Además, al final se les hará una poda y los tratamientos necesarios. Pero paciencia.

Mientras tanto se llevan a cabo el resto de tareas, menos románticas por cierto; como cavar, impermeabilizar las zonas húmedas o montar estructuras, dado el caso.

Si tú quieres también que paisajistas profesionales monten tu propio jardín del Edén llámanos. Haremos para ti el lugar con el que soñarás todos los días. CONTACTAR

TAMBIÉN PUEDE INTERESARTE

Pin It on Pinterest

Share This